9 Lecciones aprendidas luego de perder peso

Hacer dieta puede resultar todo un desafío para aquellas personas que sientan que no tienen otra salida. Permíteme contarte mis experiencias y que sirvan de abono para que también puedas hacer tu camino.

Nelson David Cardozo

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Lo que a continuación leerás, no debe tomarse como consejos médicos ni por asomo. Haz tu parte y consulta a un profesional.

Erase una vez

Mi viaje empieza en diciembre del año 2020 cuando venía caminando del supermercado. Veo mis pies regordetes y una gota de sudor empieza a crearse en mi cara mientras avanzo hacia el infernal calor de Paraguay, unos 40 grados a la sombra, los cuales me hace suponer que es por ello que empiezo a sudar pero cuando llego exhausto a la otra punta de mi destino (menos de 100 metros en total) con las bolsas de las compras, me veo completamente agotado y sin energías. Contexto rápido: sudar en verano es lo más normal del mundo, estar sin energías luego de haber caminado menos de mil pasos, no.

— Gran p**a, estoy hecho una piñata , me dije a mí mismo, mitad broma, mitad serio, además de palpitar fuertísimo por el menor esfuerzo y la falta total de formas que tengo. Cuando un vehículo se detiene en el semáforo, me veo en su espejo recién pulido en algún lavadero y no me gustó lo que vi: estaba completamente descontrolado. Y esa voz en off empieza en mi cabeza preguntando como terminaste ahí y de ese modo.

Tres actos

Yo sabía la respuesta, no me gustaba. Son tres eventos que se vuelven a acentuar luego de unos días para que me diera cuenta que necesitaba ayuda.

El primero, la pandemia y como estaba cobrando vidas. Debo confesarte, mi amigo lector, y decirte que no soy fan absoluto de la cuarentena que hemos tenido pero al revisar las muertes que estaban acaeciendo, me doy cuenta un patrón recurrente: los obesos éramos los candidatos ideales para viajar más rápido. Cumplía con todos los requisitos. Era el checklist más gordo que se haya cruzado en el Viejo Oeste (?).

El segundo evento fue una mezcla de decisiones emocionales que tomé con mi cuerpo. Llegado los 30, esas crisis son reales y no pensé que me afectarían pero lo hicieron, vinieron como un trencito de recuerdos negativos, me cuestioné todo lo que había hecho: mi supuesta dieta que inicié hace siete años con mi hermana nutricionista y me auto-saboteé, mis programas de gimnasios donde pagaba dos o tres meses y luego solo fui una semana, mis -esporádicas- rutinas de gimnasio donde sin disciplina ni rutinas constituidas u otras formas de divertirse correctamente buscaba , mis lunes de hamburguesa con cerveza. Estoy contando una historia así que, debo ser más sincero, me fui dos veces en total en una semana al gimnasio.

El tercero es la depresión. El 2020 debía ser un año común hasta que pasó todo lo que tuvo que pasar con la pandemia. Imagine usted una persona que no hace ejercicio en absoluto, ahora tiene la excusa perfecta para no hacerlo: evitar aglomeración, no salir de sus casas, gimnasio en casa (cuek!) y si bien al principio parecía algo terrorífico, poco después entra una variable que no tuve en cuenta: la comida. Mucha comida y poco (nulo) ejercicio, ahora incluso menor incluso dado que no me movía de mi casa, hizo que los síntomas aparecieran: frustración, culpabilidad, sentimiento de impotencia, pesimismo y puedo ir citando pero básicamente tomé como base el Instituto de Salud Mental de los gringos y…me preocupé, honestamente me preocupé. Un adicional otra vez es que empezaba a sentir golpes en el corazón que coincidía con la taquicardia (no sé si eran honestamente, nunca me los traté) pero cuando la frecuencia aumentó, un día simplemente caí y lloré. No sé siquiera el motivo pero recuerdo haber llorado con tanto negativismo hacia dentro mío que necesitaba tomar mejores decisiones.

¿Realmente necesito ayuda?

Y ojo, ya he intentado tomar mejores decisiones anteriormente pero terminaba en lo de siempre: auto-sabotaje. Simplemente no quería hacerlo.¿Estaba deprimido realmente? ¿Puede que simplemente esté débil y necesite relax? ¿Puede que haya necesitado a Jesús? No lo sé, nunca lo sabré.

Todos tenemos un momento donde decimos bueno, esta mamada hasta aquí se aguanta, el mío fue en un partido amistoso, me invitan a jugar y habiendo cumplido el rol de arquero, me siento cansado…antes de terminar el primer tiempo. De todos los puestos que te pueden ofrecer, el de arquero, además de ser el de menor esfuerzo, es el que más descansa entre todos los puestos por lo que estar cansado sin haber hecho mucho era realmente una burla.

Al momento de escribir esto, pasaron cerca de seis meses desde que fui a la nutricionista e inicié un plan para bajar de peso y cuidarme. En casi 180 días de iniciar esto, estoy -creo- capacitado para decirte algunas cosas, he cometido errores y luego de leer esto, puedes terminar haciendo cualesquiera de los siguientes puntos:

  • Leer esta experiencia y quizás te aporte datos que te sirvan para evitar cometer los errores que cometí y de paso te enseño algún que otro truco, ¿quien sabe?
  • Simplemente leerme, omitirlos por tu cuenta y seguir con tu camino
  • Puedes pasar por lo mismo que yo, ver que es así y luego también contar tu experiencia.

1.- Simplemente hazlo

Mi primera experiencia con una dieta en mi vida fue cuando le dije a mi hermana que me ayude a bajar de peso. Estaba ya en bastante sobrepeso hace como siete u ocho años, por lo que pedí ayuda y dado que iba a ser un sujeto de prueba en aquella época, gustosamente aceptó mi pedido.

Análisis, diagnostico, personalización, me dio todo pero al mes de la dieta, decidí dar por terminado unilateralmente la dieta. ¿La razón? Extrañaba la hamburguesa y si bien al principio simplemente empezó como un fue un evento único, no vuelve a pasar, la cosa es que pasó nuevamente…y luego otra vez y así sin darme cuenta salí completamente del carril.

Con los subsecuentes años, honestamente intenté todo el tiempo empezar de vuelta y redimirme pero siempre había una excusa: tiempo, dinero, es caro cuidarse, trabajo, colegio, facultad, otro trabajo, amigos, salida. Y luego un día dije simplemente: vamos a hacerlo.

Aquí va mi primera recomendación: si vas a hacerlo, simplemente hazlo, empieza hoy, si vas a esperar a un evento perfecto cuando todo esté alineado, lamento decirte que no pasará, no habrá tal evento y si lo estás esperando y está planificado, bien, pero en la mayoría de los casos, no habrá nunca momento perfecto para hacerlo.

En mi caso, usé el caso de mi auto-sabotaje para decirme siempre que no hace falta por que yo no lo cumpliré por lo que es innecesario hacer cualquier tipo de cuidado de alimentación, simplemente con ejercicio lo arreglaré y no fue así. Esta vez la excusa fue que no me funcionó y esperaré el momento para hacer alguna dieta que encuentre por internet para luego continuar con mi vida.

Vamos a empezar para el verano/invierno y nos ponemos en forma…meh, simplemente empieza. No hagas excusas y si lo haces, simplemente detente.

2.- Contención emocional

Aunque no sé como explicar este punto creo que muchos no toman enserio las reacciones emocionales que uno tiene cuando inicia su dieta. No significa ir al psicólogo a pedir ayuda por que estás haciendo una dieta -aunque no es mala idea- sino es mucho más simple: tenes que ser fuerte.

¿Qué significa ser fuerte? Ser fuerte implica aprender a decir que no, ser fuerte implica pasar frente a un camión de lomitos con salsa de ajo y puedas sentarte a acompañar a tus seres queridos sin la necesidad de comer o caer en un poquito voy a comer o ceder solo por complacer. Muchas personas durante este período te invitarán deliciosos manjares, brebajes y dirás que no a lo que siempre te respondan que se enojarán si no aceptas. Y enójate. Vos estás en un proceso, estás trabajando en una transición y a menos que la persona te pague la lipo, que cierre la jeta y entienda el no.

Las emociones también las debes manejar. La comida es un componente energético que ayuda a tu cuerpo a desarrollar sus actividades y lo entiendo, necesitas comer PEERO una cosa simple: ¿necesitas comer una hamburguesa con papas y gaseosas agrandadas hasta reventarte? ¿De veras necesitas? Lo más probable que respondas es que no, por lo que tranquilo, seguí los pasos que se te ha marcado y todo estará bien.

No hay persona más fuerte que uno mismo. Ningún humano tiene el poder absoluto sobre vos y ningún objeto puede doblegarte, así que la próxima que sientas la necesidad de ceder, no lo hagas y aunque yo estoy aquí y lo estoy diciendo con la experiencia de haberlo pasado, habrá sido fácil concluirás, pero no. Igualmente la contención emocional es saber administrar tu yo interno pero también ayudar al cuerpo cuando todo se está descarrilando.

3.- Sustitutos

El talón de Aquiles de cada persona es aquello que nadie espera. Dentro del contexto gastronómico, el mío son las bebidas alcohólicas. Una gran parte de mi vida me pasé detrás de las barras en eventos, bares, discotecas y hasta el día de hoy guardo hermosos recuerdos de aquella noble profesión. Esta misma me ha dotado de una curiosidad muy fuerte hacia los brebajes con alcohol y me siguen al día de hoy.

He pasado por aquel cuento de la panza cervecera y les digo que no es nada agradable. Aún así, cuando empecé con mi dieta le confesé a mi nutri que el alcohol es algo por el cual no me puedo separar. No hubo negociaciones y antes que pudiera decir una palabra, me dijo que no. Insistí y me dijo que encuentre un sustituto, un vice-presidente, mi parche de nicotina, el plan b.

Lo encontré: el agua tónica. En mi caso particular, el agua tónica me hace recordar esos deliciosos tragos mezclados con ese líquido maravilloso (vodka, obvio) que cumple básicamente dos funciones en mi cuerpo: el primero es de proveer de un sustituto para el alcohol y cada vez que tenga ganas de bajarle una ce’ecita (o vodka), voy y tomo agua tónica. Funciona. Además de quitarme la sed.

Ojo, el sustituto mío es para mi caso particular. No es el producto, es la jugada. Encuentra el sustituto ideal para que no caigas y estarás bien pero no solo eso, también va de la mano con lo que comenté más arriba, es un contenedor emocional.

4.- Apps para bajar de peso gratuitas no funcionan

Te ahorraré mucho tiempo en esto. Encontrarás muchas opciones en las cuales te ofrecerán centenares de opciones culinarias que puedes prepararte para que puedas empezar a bajar de peso y tengas una vida saludable y te ofrecen comida y te dicen que vas a bajar de peso y que te midas todos los días y…no.

Me pasó lo siguiente y debo hacer una pequeña introducción: tengo hábitos no saludables para mi paz mental y es que cuando me obsesiono, quiero medirlo todo. Me pasó en esta ronda para lo cual compré un smartwatch (el MI5 de Xiaomi) y apuntaba a comprar otro reloj de mayor capacidad para mejor medición y semanas antes de empezar mi dieta empecé a ver como podía hacer tracking pero el problema con esto viene de la mano a que no me funcionaba a mí. Cuando ví mi meta mayor, entonces supe que me estaba preparando al pedo. No había necesidad de medir milimétricamente cuando mi objetivo ya estaba trazado desde el principio: volver a un estado sin sobrepeso.

¿Qué otra cosa voy a medir? ¿Para qué voy a medir algo a corto plazo cuando la carrera es a largo plazo? — razoné y como medida mental, solamente en las consultas me pasé a pesar. Que mi consulta sea la prueba determinante si voy bien o mal, sacar resultados durante el proceso sería un craso error y así me mantuve.

Sobre las comidas saludables, me parecen muy genéricas y no ayudan realmente a definir un estilo de vida personalizado como el que me gustaría tener además de dar opciones que ni en mi p**a vida iba a hacer. Si te resultó a vos, contame por favor.

5.- Tiempo y paciencia

Famoooso ese que comiste tu primera comida y ya te fuiste a trotar/gym y después al toque asaltas la balanza…¡bajé mis primeros 0.75 gramos! Y después la ansiedad hace lo suyo y termina por destruir tus esfuerzos. Para que no te pase esta experiencia que me pasó en mi primera dieta, te recomiendo metas a largo plazo (6 meses MÍNIMO) y de tal manera no vas a estar todo el momento preguntando: ¿ya bajé? ¿Y ahora? ¿Y ahora?

6.- No era bajar de peso

Cuando llego, me pregunta: ¿cuál es tu meta? Y yo

🤔¿no era bajar de peso?🤔

A lo que me acepta el objetivo pero a medida voy aprendiendo que, si bien es cierto que debía bajar algunos kilos, estos pueden subir rápidamente en cualquier momento; subir de kilos es tan fácil como bajarlos y lo que luego me explica a lo largo de los meses es que no se trata del objetivo, se trata del hábito: la alimentación que corresponda a tu cuerpo, de acuerdo a tus rutinas y estilo de vida.

Si bien es cierto que podes seguir y tomar las recomendaciones de muchas personas que aumentan/disminuyen sus ingestas de alimentos a modo de bajar de peso, si no sabes a que te enfrentas, mejor pide ayuda.

7.- Investiga

Clave esto. Tampoco te digo que te recibas o hagas una tecnicatura (hace si queres) pero si te recetan comer algo, lo menos que podes hacer es empezar a comprender los motivos. Una vez que entendes es más genial. O también podes ir buscando por tu cuenta alternativas para tu alimentación, de hecho, de tanto en tanto me cruzaba con recetas bastante interesantes y le preguntaba si mi plan se contemplaba eso.

Si la nutri no tiene paciencia y no te explica, ahí no es. Salí nomás.

8.- Aprende a cocinar

Ok, aquí hablo con un síndrome del impostor demasiado grande pero en contra de todos mis instintos voy a explicar esto. Sucede lo siguiente: el control en los primeros 100 días es clave y si bien no hace falta que cocines todos los días (aguante el delivery), lo que de aquí se saca es la lección aprendida: cuando te traen la comida, como que adquirís un nuevo super-poder y es que entendes lo que estás comiendo que va desde el peso de tu proteína (carne), si tu plato es proporcional a tu dieta, sentís algún tipo de condimento que no debes y demás.

No es convertirse en el próximo Peta Ruger (soy tu fan en TikTok) la meta, alcánzale si te animas pero lo importante acá es aprender en el proceso que me parece lo más crucial del mundo. Me pasa que cuando como, mi cerebro ya está sacando dos variables y un posible refuerzo de alimento mientras calcula cuanto estoy consumiendo.

9.- Los gordos no somos bien vistos

No es gordofobia, no es discriminación, no es nada de eso, es una percepción que aprendí con la sociedad. ¿Puedo estar equivocado? Puede ser, no lo descartaría pero no somos elegantes y no somos confiable, solo servimos para hacer memes de como abrigaríamos a una pareja en invierno o como tenemos músculos de reserva pero la verdad, no confían en nosotros.

Quizás muchos no sean por decisión sino tengan problemas o condiciones médicas y no estoy hablando de vosotros, estoy hablando de la inmensa mayoría de las personas que en lugar de cuidarse, deciden por cuenta propia auto-sabotearse en una orgía de grasa que no termina por salir en ejercicios sino que es consumido y luego absorbido por el cuerpo para que el día de mañana se convierta en una bola que taponará alguna arteria y luego lloremos por que era muy joven para partir.

¿Valió la pena? 🤔

Valió cada segundo invertido😎, valió la pena decir que no, aprender cosas interesantes sobre la nutrición, como ejercitarte, que básicamente uno no baja de peso sino que busca un equilibrio en sus hábitos diarios. Conocele a mi nutri y haz contacto si necesitas ayuda, no tengas miedo, no tengas vergüenza.

Este soy yo hoy luego de 20 kilos menos. Yo pude. Tú puedes.

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Nelson David Cardozo

Autor de dos libros. Escribo en “La Hora Cripto”. +10 años de experiencia y sigo aprendiendo sobre bitcoin, política, tecnología y economía